lunes, 31 de diciembre de 2012

EL PRÒXIMO 6 DE ENERO SE CUMPLEN 30 AÑOS DE LA MUERTE DE JULIO J MONTERO BALUARTE DE LA RADIODIFUSIÓN LARENSE

Publicado por WILLIAM VILLANUEVA
JULIO J MONTERO

WILLIAM VILLANUEVA.



La radiodifusión como medio de comunicación de masas es y será hechura del talento aprovisionado del engranaje cultural. Hacer radio no es sólo hacer uso de los micrófonos de una radioemisora prescindiendo del elemental manejo de los criterios de la comunicación. Realmente el radiodifusor es en sí, debe ser, un buen comunicador. El recién finalizado siglo tuvo el importante impulso de la ciudad con la salida al aire de su primera radioemisora: Radio Carora. Su entrada en escena trajo a la par la presencia de operadores y locutores prestos a lograr la atención del más exigente oyente. En ese contexto surge una voz imponente y una personalidad brillante que contribuirá al afianzamiento del medio radial: hablo de Julio J. Montero: el decano de los radiodifusores Torrenses sin cuya versatilidad experiencia y conocimientos el medio radial hubiera tenido flojo inicio en la ciudad. Julio J. Montero era una cátedra para el oyente un defensor del buen lenguaje enemigo acérrimo de la chabacanería muy abundante en la en algunos medios radiales. Pero hablemos de sus raíces y su vida intima. Julio J. Montero nace en Carora un 19 de Junio de 1.927. Sus padres fueron Aurelia Montero y Pedro Ocanto. El núcleo familiar lo constituían además Ana y Luis. A Julio lo va a criar su abuela Clara de Ocanto. Desde mozo da muestras de talentosa inteligencia, aprende sus primeras letras con Ciriaco Franco y con el maestro Moisés Alvarez. Su inquieta personalidad lo lleva a vocear las películas en el Cine Salamanca regentado por Gonzalo González quien descubre sus condiciones vocales y le aconseja que opte por la locución como profesión. Antes había sido zapatero oficio que rehuso seguir ejerciendo. De pequeño le gustaba oír su voz a través de un tubo. A la Radio ingresa primero como operador. Lo que será su sueño en lo adelante: ser locutor se hace realidad en 1.948 cuando apenas tiene 21 años. Comienza su carrera exitosa en la Radiodifusión Larense demostrando su profesionalismo al frente de los micrófonos de prestigiosas emisoras: Radio Occidental, ahora Lara; Radio Barquisimeto; Radio Universo, oferta de trabajo en Radio Continente la cual rechaza y por supuesto una amplia labor radial en Radio Carora. Muy popular era su programa mañanero Venezuela y algo más, contándose que la familia Verde en Barrio Nuevo buscaba la manera de amplificar el sonido de su equipo de radio para que todos los vecinos lo pudieran escuchar. SU PASION POR EL TANGO: Dos amores se disputan los espacios de su mente, su familia, su fiel esposa Dignora, quien le trajo al mundo a sus hijos, Ludwig, ya fallecido; y Lohengri; y su pasión por el tango; hará muchas amistades por ello con hijos de la tierra del morocho de la esquina. Tendrá en la Radio Carora el Programa: Un tango en tu recuerdo, donde Julio demostraba gran conocimiento de la música interpretada por Gardel, entre los más célebres. Su sonora voz rompía la monotonía de la soleada tarde oyéndose en el radiorreceptor: “Anunciadora Éxito Publicidad” presenta: Un tango en tu recuerdo. Yo soy el tango que llega por las calles del recuerdo… donde nací …ni me acuerdo.” Un tango en tu recuerdo. En una esquina cualquiera una luna arrabalera y un bandoneón son testigos. Yo soy el tango Argentino donde guste y como quiera.” Y era una forma de ser muy suya como le imprimía mucho ánimo al hecho creativo. Escribía, componía hermosas canciones para su secreta amiga: la guitarra. Muchas de sus composiciones fueron arregladas y musicalizadas por Teodoro Carrasco, Lolo. Es muy recordada su Oración, la que me permito transcribir: “Escúchame señor: ¡Oye mi ruego/ y sálvame, de todos mis pecados/ pues vengo a ti, sumiso arrepentido/cargado de dolor, lleno de agravios.” (Primera estrofa). Este tema en ritmo de pasillo ocupó el quinto lugar en el Festival Cuatricentenario de la Canción Caroreña. Don Julio J. Montero, el decano de los radiodifusores torrenses murió un 6 de Enero de 1.983, dejando una hermosa estela de enseñanzas a sus conterráneos quienes no le han dejado de rendirle admiración al hijo incomparable, al esposo fiel, al padre ejemplo a seguir, al amigo noble y al hombre vertical que fue.

jueves, 27 de diciembre de 2012


UN OASIS DE RECUERDOS

MON MELÉNDEZ
“Donde está el dolor, está el valor” *



William Villanueva.

Carora y sus calles coloniales al desperezarse con su refulgente sol es la Carora del trabajo, de la dura brega del parroquiano. Esta vieja pero pujante comarca que se adentra al nuevo milenio ha visto el trabajo laborioso de sus hijos. Algunos que de pronto en su tránsito la han adoptado como su terruño definitivo agradecen al cielo este paraíso terrenal. De esta extirpe, de brava “raza” hecha de coraje y tesón para paradigma de futuras generaciones se ha ido construyendo la ciudad, la que un visionario de su tiempo: Don Chío Zubillaga la predijo al impartir sus sabias lecciones a sus discípulos, hablándoles de París, de Europa, de las grandes metrópolis. El sobrado desempeño del caroreño convierte a la apacible ciudad en un emporio comercial en el que un pequeño capital, la creatividad y las ganas de servir ponen de manifiesto nuestra idiosincrasia. De esta indómita estirpe fue Pablo Ramón Meléndez Herrera, Mon Meléndez para sus más allegados, con cuya figura estas líneas se convierten en un oasis de recuerdos. Nació Don Ramón Meléndez un 8 de Agosto de 1.908 en el Caserío El Cují, Parroquia Chiquinquirá a pocos kilómetros de Aregue en un honorable hogar conformado por el señor Juan Meléndez y Ponciana Herrera de Meléndez, un hogar cristiano inspirado en los más hermosos valores humanitarios, en cuyo seno crecieron además sus hermanos: Juan Bautista, Rosa, Rosario, Flor, Evangelina, Nicolás, Lourdes, Luis José, Rafael, Carmen. Desde pequeño ayuda en las duras faenas del campo que lo curtirán como hombre de trabajo. Ya de 14 años trabaja con más ahínco, se preocupa en extremo por su familia de la que se va convirtiendo en pilar fundamental. A raíz de la enfermedad de Don Juan Meléndez, su padre, se residencian en Aregue. Aquel trajinar el ir y venir a pie desde el Cují queda atrás para él. Pero sigue en su corazón el terruño que lo vio nacer. Recordará las veces que su papá los ponía a rezar todas las noches antes de acostarse el habitual rosario con fe a la divina y amada Virgen Chiquinquirá, es tanta la fe que se venían todos los domingos, a pie desde el caserío a oír las misas en el sagrado templo. Los moradores del Cují los seguirán queriendo como tal, agradecidos de Don Juan quien cedió el espacio de su casa para que se oficiaren las primeras misas. Dicha fe la llevará siempre presente hasta su último aliento. Ya en Aregue atiende una pensión, vende comida, en su casa hacen pan para la venta, son tantos los quehaceres que realiza para lograr entre todos el sostenimiento del hogar. En 1.940 al casarse su hermana Carmen se viene a Carora, estableciéndose en Barrio Nuevo. Su espíritu de comerciante progresista no decae, al contrario se fortalece. En Barrio Nuevo abren una bodega y hará muchas amistades. Con Rodrigo Riera, Dimas el poeta y todos los que le conocen consiguen en él un gran amigo y un comerciante emprendedor, lo que le permite que sea conocido por don Pablo Arapé. Cuando el señor Arapé compra El Oasis empieza a trabajar con él. Paralelamente va haciendo inversiones propias logrando gracias a ese esfuerzo construir La Francia, lugar muy afamado de Carora. Luego comprará El Cine Bolívar, pero no obstante seguía trabajando con don Pablo Arapé por que manifestaba que quería mucho El Oasis. Cuando Don Pablo Arapé muere y ponen El Oasis en venta, reúne todos sus ahorros, quita prestado y lo compra. En sus relaciones amistosas cultiva amistad con Don Flavio Herrera y Don Octaviano Herrera a quienes tendrá como sus consejeros. ¿Cuál fue la calidad humana de Mon Meléndez?: Fue un ser extraordinario en su forma de ser muy solidario, muy apegado a sus seres queridos, familiares y amigos. Crió a su lado a muchas personas. Quienes acudían a él siempre se iban satisfechos con él. Un 26 de Abril de 1.999, fallece, a la edad de los 81 años, entregado a Dios y a la Virgen de Chiquinquirá, su amor más grande, y su gran devoción por San Antonio.
* Frase muy usada por Ramón Meléndez.

martes, 25 de diciembre de 2012

INAUGURACIÓN DE LA SANTA CAPILLA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO EN TOGOGO, PARROQUIA CHIQUINQUIRÁ, MUNICIPIO TORRES, DEL ESTADO LARA, VENEZUELA

                                         
                                          Inicio del acto de inauguración de la Capilla




Autoridades religiosas
 
Público asistente






Por la Diócesis Torres-Urdaneta el Prebistero Alberto Alvarez. 










  
 El prebistero Licenciado José Gregorio Quero entrega las llaves al celador del templo. 




















          No podían faltar los aguinaldos.                                                           

INAUGURADA SANTA CAPILLA DE TOGOGO PARROQUIA CHIQUINQUIRÁ MUNICIPIO TORRES ESTADO LARA VENEZUELA

EN GRÁFICAS EL IMPORTANTE ACONTECIMIENTO!

AGRADEZCO A MIS SEGUIDORES EN EL TWITTER DESEÁNDOLES UNA FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO DE ÉXITOS!


Seguidores

  ENFOQUES LARENSES POR: William Villanueva.-                 La gente quiere un cambio ante tanto caos, quiere la mejora de los servici...