WILLIAM VILLANUEVA.
La radiodifusión como medio de comunicación de masas es y será hechura del talento aprovisionado del engranaje cultural. Hacer radio no es sólo hacer uso de los micrófonos de una radioemisora prescindiendo del elemental manejo de los criterios de la comunicación. Realmente el radiodifusor es en sí, debe ser, un buen comunicador. El recién finalizado siglo tuvo el importante impulso de la ciudad con la salida al aire de su primera radioemisora: Radio Carora. Su entrada en escena trajo a la par la presencia de operadores y locutores prestos a lograr la atención del más exigente oyente. En ese contexto surge una voz imponente y una personalidad brillante que contribuirá al afianzamiento del medio radial: hablo de Julio J. Montero: el decano de los radiodifusores Torrenses sin cuya versatilidad experiencia y conocimientos el medio radial hubiera tenido flojo inicio en la ciudad. Julio J. Montero era una cátedra para el oyente un defensor del buen lenguaje enemigo acérrimo de la chabacanería muy abundante en la en algunos medios radiales. Pero hablemos de sus raíces y su vida intima. Julio J. Montero nace en Carora un 19 de Junio de 1.927. Sus padres fueron Aurelia Montero y Pedro Ocanto. El núcleo familiar lo constituían además Ana y Luis. A Julio lo va a criar su abuela Clara de Ocanto. Desde mozo da muestras de talentosa inteligencia, aprende sus primeras letras con Ciriaco Franco y con el maestro Moisés Alvarez. Su inquieta personalidad lo lleva a vocear las películas en el Cine Salamanca regentado por Gonzalo González quien descubre sus condiciones vocales y le aconseja que opte por la locución como profesión. Antes había sido zapatero oficio que rehuso seguir ejerciendo. De pequeño le gustaba oír su voz a través de un tubo. A la Radio ingresa primero como operador. Lo que será su sueño en lo adelante: ser locutor se hace realidad en 1.948 cuando apenas tiene 21 años. Comienza su carrera exitosa en la Radiodifusión Larense demostrando su profesionalismo al frente de los micrófonos de prestigiosas emisoras: Radio Occidental, ahora Lara; Radio Barquisimeto; Radio Universo, oferta de trabajo en Radio Continente la cual rechaza y por supuesto una amplia labor radial en Radio Carora. Muy popular era su programa mañanero Venezuela y algo más, contándose que la familia Verde en Barrio Nuevo buscaba la manera de amplificar el sonido de su equipo de radio para que todos los vecinos lo pudieran escuchar. SU PASION POR EL TANGO: Dos amores se disputan los espacios de su mente, su familia, su fiel esposa Dignora, quien le trajo al mundo a sus hijos, Ludwig, ya fallecido; y Lohengri; y su pasión por el tango; hará muchas amistades por ello con hijos de la tierra del morocho de la esquina. Tendrá en la Radio Carora el Programa: Un tango en tu recuerdo, donde Julio demostraba gran conocimiento de la música interpretada por Gardel, entre los más célebres. Su sonora voz rompía la monotonía de la soleada tarde oyéndose en el radiorreceptor: “Anunciadora Éxito Publicidad” presenta: Un tango en tu recuerdo. Yo soy el tango que llega por las calles del recuerdo… donde nací …ni me acuerdo.” Un tango en tu recuerdo. En una esquina cualquiera una luna arrabalera y un bandoneón son testigos. Yo soy el tango Argentino donde guste y como quiera.” Y era una forma de ser muy suya como le imprimía mucho ánimo al hecho creativo. Escribía, componía hermosas canciones para su secreta amiga: la guitarra. Muchas de sus composiciones fueron arregladas y musicalizadas por Teodoro Carrasco, Lolo. Es muy recordada su Oración, la que me permito transcribir: “Escúchame señor: ¡Oye mi ruego/ y sálvame, de todos mis pecados/ pues vengo a ti, sumiso arrepentido/cargado de dolor, lleno de agravios.” (Primera estrofa). Este tema en ritmo de pasillo ocupó el quinto lugar en el Festival Cuatricentenario de la Canción Caroreña. Don Julio J. Montero, el decano de los radiodifusores torrenses murió un 6 de Enero de 1.983, dejando una hermosa estela de enseñanzas a sus conterráneos quienes no le han dejado de rendirle admiración al hijo incomparable, al esposo fiel, al padre ejemplo a seguir, al amigo noble y al hombre vertical que fue.
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