UN PERDIODICO AJENO A LA LISONJA DE BARATIJAS
WILLIAM VILLANUEVA
![]() | ||||
Don Chío se refirió en su época a El Impulso como un periódico ajeno a la lisonja de baratijas. |
En
Venezuela se acrecienta una crisis sin parangón en la historia republicana.
Nunca como en estos días se había ceñido sobre los venezolanos un tétrico
escenario como el que se avizora. Un descrédito de las instituciones del
gobierno que como se dice en el argot popular no da pie con bola a la hora de
aplicar las medidas económicas que se le antojen. Un Presidente que sí ha sido
“legitimado” por unos resultados electorales en su momento muy cuestionados por
cierto, sigue en la cresta de la polémica, rumores van y vienen sobre su
nacionalidad no venezolana. Lo anterior estaría en la agenda de sectores
democráticos del país que dicen tener las pruebas fehacientes de esta
barbaridad. Pero lo que empieza a causar
efervescencia y rabia es el empeño de este gobierno de acabar
con el clima de libertades, entre ellas la más preciada, la libertad de
expresión. La tardanza gubernamental en facilitar la entrega de las divisas en
dólares a varios diarios venezolanos, para la adquisición de papel e insumos
gráficos, entre ellos El Impulso, y El Nacional, enmascara otros propósitos que
no son sino la retaliación y una descarada aplicación de censura y reprobación
de su línea editorial, siempre frontal y objetiva. En el caso de El Impulso, lo
que no había acontecido ni en las peores décadas de la historia política del
país, está a punto de ocurrir; al dejar de circular se le nublará la cara de
tristeza a muchos larenses y venezolanos que en la mañana, con los primeros
sorbos de café, encontraban en sus páginas la verdad y nada más que la verdad,
del acontecer diario, con un plantilla de laboriosos comunicadores sociales, y columnistas,
que no abrigan sino la pasión por la palabra y por ver reflejada nuestra
región. El Impulso ha sido caja de resonancia de las causas progresistas,
larenses, y en todo momento fue en su
primer lar, Carora, donde mayor adhesión tuvo y mentes preclaras como las de
don Chío Zubillaga, adelantado en su tiempo, enalteció el papel auspiciador de libertades de la prensa
escrita, reconociendo la labor de El Impulso. Así nos lo revela un episodio que fue la lucha
por el acueducto de la ciudad prócera de Carora. Aunado al reconocimiento de la
Municipalidad Torrense del 20 de enero de 1.941, al Gral. Juan de Jesús Blanco,
“Por sus nobles esfuerzos en favor de esta tierra legendaria”, decía el
acuerdo, en agradecimiento por el acueducto caroreño, da cuenta don Chío sobre
el apoyo de estas iniciativas hacia el progreso y la modernidad de otros
sectores de la sociedad caroreña. Cito: “La prueba de que no era así, y que no
era el concejo solamente como órgano oficial el que demostraba su adhesión y
simpatía al Jefe Progresista, es que una organización social tan respetable pero excluyente como el
Club Torres hacía Miembro Honorario a
Blanco;” Y he aquí la opinión de Chío sobre El Impulso: “y en tono de aplauso
sin entrelineados sospechosos se expresaban sobre el Magistrado progresista “El
Impulso” y “Labor”, periódicos ajenos a la lisonja de baratijas que dirigían
hombres de la talla moral de Federico Carmona y José Herrera Oropeza”. Defendamos
este legado patrimonial de la libertad
de expresión que se ha mantenido por 110 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario