Saludos
cordiales, amigos lectores de El Caroreño. El mismo libreto. Anuncios que como
rémoras no terminan de romper el ciclo fatídico en que quedó sumergido el país.
Todo indica que mañana cuando el mandatario venezolano haga su alocución no
dirá nada nuevo, o nada que no nos imaginemos. La refriega del régimen iniciada en enero contra las pocas empresas
que hasta ahora habían guapeado con el despelote económico existente coloca al
estado como el dueño supremo del país. Y aunque insistan mediáticamente en el
“refrito” con “aceite de mercal” en que la culpa del desabastecimiento es que
los opositores esconden los productos de la cesta básica, todo el mundo sabe
que eso no es tan solo una mentira, es una canallada, para tapar tanta
ineptitud. El papel de los medios en esta crisis recurrente no debe ser la de
mentir, nunca, es la de reflejar con objetividad la realidad y exhortar el
cumplimiento ciudadano, en esta hora casi pedir sindéresis a nuestros
gobernantes, recordando la función esencial y democrática de este derecho, tal
cual Bolívar, el nuestro, lo dijo (Discurso en Angostura, 1 de noviembre de
1817): “La primera de todas las fuerzas es la opinión pública.”
POR SUS OBRAS LOS RECORDAREIS
Parafraseando
la frase bíblica diremos esta de quienes prevalidos de su posición actual han
hecho de su estadía en el poder un colosal monumento al despilfarro. Viajar
cómodamente en aviones de la Estatal Petrolera, llevarse a la Niñera de la casa,
al perro, al gato, c…nos hacen pensar en los cuentos de Hada, tal vez el de La Cenicienta, pero porque no
el de Alí Babá? Por cierto, a colación de los gastos suntuarios no
presupuestados, como viajar por todo el mundo, con toda la familia, leyendo y
releyendo al Gran Maestro de América, Luis Beltrán Guerrero, decía lo
siguiente: “La obra es lo que defiende los nombres. Caporales de hacienda,
administradores de cementerios, gobernadores, monopolistas del aguardiente,
ministros, se enriquecieron en Venezuela en diferentes gobiernos. Su parentela
ha optado, regularmente por hacerse revolucionarios para despistar. A los
únicos que se les cobra caro es a los intelectuales.”
BEISBOL Y RECUERDOS
En
Aregue se recuerdan algunos apodos provenientes del béisbol. Corríjanme los
contemporáneos de estos beisbolistas que en su época fueron muy queridos. A
Agustín Zambrano, Tincho, le decían el cachicamo, porque en la posición de
receptor o cátcher, se ponían duro como la concha de este animalito y buscaba
buena zona de recepción y nadie le anotaba fácil en el home. El otro es Agustín
Infante, Tin Infante, le decían el “Chivo eléctrico”, según el nombre se lo dio
Alberto Piña Bracho, porque al estar en el turno al bate hacía movimiento como
que tenía electricidad.
KELLMAN CAMACHO Y SU DISCURSO
Quiero
referirme al Discurso de mi amigo el Profesor
Kellman Camacho, en la Cámara Municipal de Torres, por considerarlo muy claro, muy transparente,
que indica su calidad humana y profesional. Me detengo en uno de sus aciertos,
cito: “necesitamos Maestros”-“Existen muchos licenciados, profesores y hasta
magister, pero escasean cada vez más los maestros, hombres y mujeres que
encarnen estilos de vida, ideales y modos de realización humana” Y al referirse
que a menudo se oye decir a algunos colegas , sí vuelvo a nacer, seré pelotero,
ingeniero…”Tengan ustedes la seguridad que sí eso me pasará a mí, en la otra
vida, yo Kellman Camacho ¡Volveré a ser educador!
Los
invito a las Fiestas de San Cristóbal, de Aregue! Y como siempre mi saludo a
todos sus organizadores!
Hasta el próximo lunes!
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